Ser payasa me da vida
Hace dos años cuando hice mi primer curso de clown en la Escuela de los hijos y las hijas de Augusto, me flipé. La experiencia me abrió el corazón de una manera que siete años de meditación no había logrado. O podría ser que las dos practicas – meditación y clown – se combinaron y por eso me impactó tanto.
No lo sé.
Ya termina el año 2021 y reflexionando sobre qué he hecho y qué quiero hacer, me doy cuenta de que estudiar el arte y la tradición de clown ha pasado de ser un interés y otra herramienta útil para facilitar grupos a ser mi SER.
Soy payasa y siempre seré payasa. Y quiero dedicarme a compartir mi payasa con el mundo.
Ser payasa me da vida y cuando encuentras lo que te da vida, es casi imposible negarlo.
Del centro de mí al limite con otras personas
La semana pasada hice otro cursillo de fin de semana en la Escuela y los dos días fueron muy bien. Fuimos sólo diez personas que significaba una dinámica intima y mucho más tiempo para improvisar y recibir comentarios así como apoyo del grupo y del profesorado.
También muy bien en términos de aprendizaje. Durante el fin de semana tuve unos momentos de claridad, de aprendizaje intuitivo. Son las lecciones me han tocado aprender una y otra vez a lo largo de mi vida. Pero esta vez el impacto fue tan potente que estoy segura que ya lo he interiorizado.
- Afirmación de hacer lo que nos da vida.
Soy, quiero ser y siempre seré payasa. Hace dos años cuando empecé a conocer a Palomitas de Maíz (mi payasa) me impactó tanto que yo también quería que todo el mundo se conociera a su payasa. Mantengo este sueño que el mundo sería mucho mejor si todas estuviéramos en contacto con nuestra energía payasa, pero estoy adaptando mis expectativas.
Ahora pienso que lo importante es descubrir (si no sabes) lo que te da vida y encontrar la manera para ejercerlo.
¡Y eso es el trabajo de Palomitas de Maíz!
En mi practica como educadora, artista y animadora de la calle, una de mis misiones es activar este búsqueda en el corazón de la humanidad, o nutrir a la gente peregrina que ya está en el camino.
Lo que propone Palomitas de Maíz es hacer diversión en favor de la humanidad con todo corazón. Para decirlo de otra manera.
- Todo está interconectado, y todo, todo, todo es importante.
Otra vez, el aprendizaje intuitivo que viene y va. Y éste punto es tan profundo y complejo que es fácil olvidarlo. Pero no nos preocupamos, siempre habrá más oportunidades para re-aprenderlo de nuevo.
La fuente de mi reencuentro con sabiduría fue el juego, y las improvisaciones que hicimos. En la improvisación cada acción, gesto, sonido, o comentario cuentan y se suman a la entidad más grande que llamamos nuestra realidad.
Que todo está interconectado, y que todas las cosas y todo el mundo son importantes son hechos que sé, pero no sé qué hasta que punto soy de ello en el día a día. Cuando estoy en mi estado payaso, sí, soy más consciente de lo interconectado que está todo.
Cinco sentidos y más
Además tengo la sensación que cuando ocupo “mi payasa””, tengo mucho más que los cinco sentidos activados y los utilizo con una fluidez que Didi, la persona de toda la vida (¡yo!) tiene.
No es que yo, la persona de toda la vida, no los tenga, es sólo que no los alcanzo con la misma facilidad que Palomitas de Maíz.
Y como los puntos anteriores, éste no es un pensamiento nuevo, pero esta forma de expresarlo sí es nueva.
He escrito antes que mi payasa me hace sentir mucho más viva y más humana. Y es porque Palomitas de Maíz está abierta a recibir todo tipo de información sensorial y no dudar o bloquear esta información como suelo hacer yo. Llevo años respirando una programación social que bloquea otra información e insiste que la razón y la mente son la reina del cuerpo y ser. Y no es verdad.
Todo está interconectado y tenemos muchos más de los cinco sentidos, es que solo que hemos perdido algunos por desuso.
Abiertos a lo que podría ser
Y eso ha sido mi gran descubrimiento en mi mundo clown: que todos somos distintos y lo que me da vida, a lo mejor a ti no te la da. Y viceversa. Puede ser que natación o ganchillo o cocina te da vida y animarte a encontrar esta pasión es el trabajo de mi payasa.
Todo está interconectado y cuando podemos hacernos felices, o más flexibles y resistentes a los reflujos de la vida, dejaremos también esta sensación en nuestras familias y comunidades.
No es fácil hacerlo por todo la programación social que respiramos todos los días, que quiere que seamos ordenados, obedientes, puntuales. Y sin necesidades o emociones. Pero si se puede encontrar lo que te da vida y hacerlo, estoy segura que te notarás, y la gente en tu entorno también.
Te dejo con una cita (la traducción es mía) del activista estadounidense Howard Thurman hablando en los 1970 que llevo conmigo constantemente, dijo:
“No te preguntes qué necesita el mundo. Pregúntate qué te da vida y hazlo, porque lo que el mundo necesita son personas que están vivas en sus corazones”. (Traducción por Palomitas de Maíz)
La cita “oficial” o lo que encontré en el Internet, que está abajo, no me conmovió como la original en inglés. Entonces puse mi pinta a las palabras en mi traducción.
Y por último …
Aquí estamos y estaremos. Gracias por leer y por cruzar mi puerta aquí en Planeta Palomitas. Hasta ahora.
La cita original en el inglés:
“Don’t ask what the world needs, ask what makes you come alive, and go do it. Because what the world needs is more people who have come alive.”
— Howard Thurman
“No te preguntes qué necesita el mundo. Pregúntate qué te da vida y hazlo, porque lo que el mundo necesita son personas que están vivas en sus corazones”.
— Howard Thurman/Traducción: Palomitas de Maíz