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Risas por la naturaleza – clown 7

Corazón clown, corazón natura

Acabo de lanzar un nuevo proyecto “Risas por la Naturaleza, Risas por el Barrio, Risas por la Humanidad”. No me he sentido tan emocionada sobre un nuevo proyecto desde que lancé “Tiempo para Ti”.

Cuatro hilos en el temario – atención plena, conexión con la naturaleza, espacio grupal para cualquier cosa que siguiera durante la clase y divertirnos

Y si es posible, estoy aún más enamorada de mis dos grandes pasiones de la vida, la madre tierra y mi payasa.

La naturaleza es nuestro hogar. Más que eso, la naturaleza es parte de nosotros. Nuestra actual crisis ecológica es el resultado de políticas y normas equivocadas, y en su esencia, es una crisis espiritual. Como tal, requiere que nos reconozcamos en la naturaleza y la naturaleza en nosotros mismos.

La idea es sencilla: situarnos en un lugar verde, reflexionar sobre los problemas y las oportunidades en nuestras comunidades y divertirnos, dejando atrás las normas y expectativas del mundo real y aún más retorcidas y distorsionadas por la pandemia.

Situarnos en un lugar verde, reflexionar sobre los problemas y las oportunidades en nuestras comunidades y divertirnos

¿Qué hicimos?

Un sábado de mayo por la mañana un grupo de 13 personas (¡11 adultas y 2 niñas!) y una educadora payasa (¡yo!) nos reunimos en el bonito y vibrante Cabanyal Horta.

Bajo la sombra de los arboles hicimos un círculo, un círculo torcido por seguir la sombra pero todavía un círculo. Primero reconocimos y agrademos la tierra y el espacio por acogernos. Luego mientras hicimos las dinámicas de presentación y para conocernos, invité al grupo a tomarse en cuenta la mirada, que es la herramienta número uno del clown y también para todas las personas, la mirada tiene el poder de conexión, expresión y comunicación.

La mirada tiene el poder de conexión, expresión y comunicación

Mirarnos y conocerrnos

Hicimos varios rondas en asamblea y luego pasamos a trabajar en grupos de dos y tres. Quería que todas se hablaran y se conocieran en la primera hora de taller. Jugamos con nuestros nombres, y a pasar la energía y la palmada, y ocupamos el espacio como elementos naturales, por ejemplo nubes, pájaros, rayos del sol y etcétera.

La segunda pauta clown que estudiamos fue el decir que sí. No importa lo que sea, una payasa siempre está más que preparada y lista para hacer la tarea. La payasa siempre dice y vive el espíritu del “sí se puede y sí quiero y sí mirame y sí yupi” a cualquier cosa que cruce su camino.

Te prongo que lo intentes algún día de decir sí a todas las cosas que te pasan, verás que no es fácil.

Por eso estudiamos bien y empezamos con la palabra amiga del “sí”, el “no”. Hicimos tres rondas en parejas y en la primera una persona proponía y la otra contestaba “¡No!”. Luego en la segunda y la tercera rondas cada persona contestaba “sí” y añadía más información “¡Sí pero ….!” y “¡Sí y …!”

Como ves, la dinámica también trabaja la creatividad y la espontaneidad. Para cerrar la dinámica varios voluntarios hicieron muestras de cada ronda para el público (las colegas del taller) y hablamos sobre las emociones y pensamientos que cada ronda de “No, Sí pero …, y Sí y …” provocaron en nosotros.

Las dinámicas trabajan la creatividad y la espontaneidad

Dos estrellas fugaces payasas visitan la planeta tierra

Las participantes del taller ya tenían todo lo que necesitaban para salir de nuestro nido de sombra entre los árboles y explorar la zona natural de alrededor.

Había preparado un portal payaso aprovechando de un círculo de piedras que estaba al límite de nuestro espacio. Ya era el momento de cambiar de energía y aplicar el aprendizaje en una excursión payasa para explorar y conocer el espacio.

Colectivamente repasamos todo lo que habíamos hecho para llegar al momento presente y poco a poco invité a la gente a participar en una pequeña meditación guiada.

Recordamos a nuestros antepasados y a las generaciones futuras, reconocimos el polvo de estrellas en nuestras venas como parte de nuestra herencia humana y poco a poco llegamos al momento cuando las células payasas de dos estrellas fugaces se activaron y en pareja salieron a visitar la tierra otra vez para ver qué encontraban. Fue una visita de 10 minutos y al regreso iban a contar los momentos más destacados del viaje.

Cuando se acabó la visita todos volvieron al espacio que me alegró. De verdad, pensé, “Bien hecho. Es un logro no perder a alguien en un taller al aire libre.” Siempre hay otras distracciones y aquel día hacía calor.

En asamblea otra vez, las estrellas fugaces payasas presentaron las observaciones de su viaje a la tierra con mucho humor, inteligencia, acción, palabras, gestos, y sonidos. Nos reimos mucho.

Dos estrellas fugaces payasas visitan la planeta tierra

Paella y clausura

Íbamos bien de tiempo. Quedaban 30 minutos más y tenía planeado unos juegos grupales, pero la gente tenía calor y casi era la hora de comer. Hubo paella y se la olía. No había las mismas ganas de hacía 90 minutos.

Acepté que el grupo estaba cansado, ¿qué más podía hacer? Para cerrar hicimos una dinámica nombrando e imitando los ingredientes de una paella y el proceso de hacer paella. Lo hicieron muy bien, menos que no mencionaron el agricultor que cultivó el arroz. ¡Ups!

¿Qué sigue?

Estoy contenta con la actividad y la respuesta de la gente. Todos nos divertimos y habrá otro taller el 26 de junio.

Mi viaje de aprendizaje

Estoy emocionada también sobre el proyecto y el viaje de aprendizaje mío. Cuando trabajo con los tres temas (natura, educación eco-social y clown) no suelo trabajarlos juntos. Combinarlos genera un campo nuevo para mí y me encanta el desarrollo de nuevos cursos.

También me apasiona compartir de lo que cada día estoy más convencida: el juego, la risa, y una actitud payasa son la salida a todos los problemas del mundo.

Si aprendemos algunos pautas clowns, poco a poco la humanidad se mejoraría. ¿No lo crees? Mira, te invito a experimentar.

Decir que sí. Ya lo mencioné, la invitación es decir que sí a todo durante un día o una hora o unos 10 minutos.

No siempre queremos decir que sí, pero ¿qué pasa si lo probamos de vez en cuando?

Y la mirada. Te invito a mirar a las personas con quien hablas o mirar con ojos abiertos a tu alrededor, ¿qué observas? ¿cómo es la calidad de vuestra conexión?

Luego me contarás. Gracias por leer y hasta ahora.

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