Planeta Palomitas
¿Qué es la clown consciencia?
Para mí, es un estado de estar y ser, que es totalmente humano y a la vez mucho más. Es vivir todas las emociones y experiencias de la vida, y no limitar, negar o bloquear cosas desagradables o inesperadas. Es aprender a celebrar y abrazar el fracaso como si fuera un viejo amigo.
¡Y tachán!
¡Soy yo, Palomitas de Maíz, en parte profesora, en parte trabajadora comunitaria y payasa total!
Mi persona de toda la vida, Didi, me escribió un poema en celebración de mi nombre porque hace dos años hoy que ella se enterró de cómo se llama esta energía que lleva dentro.
¡Y tachán! Soy Palomitas de Maíz, también conocida como Palomitas, Pop Corn, Poppy, guapa, cariño y mucho más.
Me dijo que me escribiera porque soy su amiga infatigable, constante y de buena actitud. La hago feliz.
Mi poema de Didi.
Ser payasa me da vida
Hace dos años cuando hice mi primer curso de clown en la Escuela de los hijos y las hijas de Augusto, me flipé. La experiencia me abrió el corazón de una manera que siete años de meditación no había logrado. O podría ser que las dos practicas – meditación y clown – se combinaron y por eso me impactó tanto.
Sol y sombra
En septiembre hice un tercer taller de conexión entre el clown y la naturaleza en Cabanyal Horta.
Música, sombra torcida y taller clown
Cuando llegué a Cabanyal Horta el sábado sobre las 11, había un DJ tocando música. “Qué bien,” pensé. “Voy a poner atención a la música durante la sesión e integrarla como pueda.”
Corazón clown, corazón natura
Acabo de lanzar un nuevo proyecto “Risas por la Naturaleza, Risas por el Barrio, Risas por la Humanidad”. No me he sentido tan emocionada sobre un nuevo proyecto desde que lancé “Tiempo para Ti”.
Otro cursillo de clown
Hace unas semanas hice otro curso de clown que se llama “Clown como valor terapéutico – De fracaso en fracaso ganando en entusiasmo” en la Escuela de Clown l@s Hij@s de Augusto.
Educación payasa por la calle
Por la pandemia, mis clases de clown han sido suspendidas, pero por la lista y entusiástica que soy, he seguido de manera autodidacta por las calles de mi barrio. Como comparto casa con Lula, la perra, también he tenido pretexto autorizado y por el tiempo que fuese necesario salir a la calle.
Viajes por tierra, aire y mar
¡Jo, jo, jolín!
¿Qué pasa aquí?